Vive NW
¿Tener tantas opciones para ir a pasear en Oregon es un problema?
Lo puede ser si no estamos seguros de que humor estamos para lanzarnos a disfrutar de la naturaleza que nos ofrece nuestro estado.
Algunos días tenemos ganas de ir a la playa y otros se nos puede antojar más ver las montañas. Pero si el día está despejado, hay un lugar donde se puede disfrutar de ambas cosas: hablamos de Marys Peak.
A 4 mil 97 pies de altura, este es el punto más alto en la cordillera de la costa de Oregon, y lo mejor de todo es que se trata de un sencillo recorrido para presenciar uno de los paisajes más espectaculares del estado.
Marys Peak Trail es un sendero de ida y vuelta de poco más de cinco millas, ubicado unas 25 millas al oeste de Corvallis (100 millas al suroeste de Portland), el cual es considerado como moderado. El sendero se usa principalmente para caminatas, y es común ver a la gente con sus perros.
Este sitio, aunque no tan popular como otros picos de Oregon, es un punto de referencia en el valle central Willamette. Desde la pradera de la cumbre hay vistas de 360 grados de la cordillera de la costa, con el Océano Pacífico al oeste y el Valle Willamette al este.
A lo largo del camino se pueden ver numerosas especies de coloridas flores silvestres que florecen entre finales de la primavera y principios del verano.
Si bien la caminata del sendero es sencilla, también está la opción de llegar casi hasta la cumbre en carro. Al llegar al área de estacionamiento –que generalmente está abierta entre el 1 de abril y el 31 de octubre– solo se debe recorrer un circuito de unos 400 pies para llegar a la cima de Marys Peak.
Ahí hay una torre de observación natural, la cual ofrece un panorama de las Cascades hacia el Pacífico, así como el Valle Willamette hasta Mount Jefferson y Three Sisters.
Más al sur, es posible que puedas distinguir Diamond Peak, mientras que Mount Hood, Mount St. Helens e incluso Mount Rainier son visibles al norte. Como lo dijimos, en un día soleado los prados ofrecen una plataforma elevada y cálida para disfrutar el paisaje.
Una vez en las cercanías de la cima, hay varias opciones para recorrer el área, como el camino de grava, que es el más visible. Sin embargo, hay un letrero de información con un mapa que muestra cinco senderos, todos de longitud variable. Alrededor hay algunas mesas de picnic para almorzar, y también hay baños.
Aunque la pendiente es empinada a lo largo del camino de grava, la caminata se siente tranquila si te detienes a observar la fauna –hay varios tipos de mariposas.
Por cierto, manejar por la carretera que te lleva a este lugar también es parte de la belleza de este viaje. A lo largo del camino se pueden observar todo tipo de maravillas geológicas, como restos de lava de basalto o capas sedimentarias, que son una evidencia clara de la historia de la cordillera de la costa.
Toma en cuenta que ingresar al área de estacionamiento tiene un costo de $5 por vehículo.
Alejandro Cortés