El área de Tacoma, en la costa de Washington, tiene muchas vistas impresionantes del Océano Pacífico; sin embargo, muchas de las playas en esa zona están llenas durante buena parte del año. No obstante, siempre hay algunos lugares menos conocidos por disfrutar, y algunas veces incluso mejores que los que la mayoría de la gente frecuenta.

Si estás en busca de una experiencia junto al mar sin tanta gente a tu alrededor, te recomendamos que visites el Marine View Park. No mucha gente conoce este lugar, y hay una razón para ello: los lugareños quieren mantenerlo en secreto. Incluso la ciudad de Normandy Park, donde se encuentra este parque, no es muy conocida. 

Marine View Park tiene una de las mejores playas entre Seattle y Tacoma, una en la que podrás alejarte de las multitudes. La gente no llega mucho aquí porque el sendero de poco más de una milla que baja a la playa no es precisamente sencillo, pero sin duda vale la pena recorrerlo. 

El parque Marine View consta de 27 acres de acantilados y barrancos densamente arbolados. Su parte superior está nivelada y actualmente tiene caminos de grava a través del bosque. 

El resto de la parte boscosa del lugar es un acantilado empinado y un enorme barranco. Algunos puntos a lo largo del borde de este acantilado brindan extraordinarias vistas de Puget Sound, la magnífica ensenada que se extiende a lo largo de la costa noroeste de Washington. 

El sendero que te lleva a la playa no está pavimentado en su mayor parte, y aunque solo cubre un poco más de una milla, es importante caminar con cuidado y prestar atención a las señales. Sin embargo, el camino también tiene sus puntos de benevolencia, pues hay algunas bancas a lo largo del recorrido para poder descansar.

Este es un sendero popular para la observación de aves, ‘hiking’ y ciclismo de montaña, pero como lo dijimos antes, no es tan transitado, por lo que puedes disfrutar de un poco de soledad durante varios momentos a lo largo del día.

El punto más atractivo del sendero es una impresionante torre de observación de tres niveles. Aunque no es sencillo llegar hasta allí, una vez en ese punto solo queda disfrutar; la estructura de madera es fácil de recorrer, incluso si vas con tu mascota.

Este puede ser el punto final de tu recorrido si no quieres llegar hasta la playa. ¡La vista desde la torre es simplemente espectacular!

Ahora que, si decides seguir adelante, lo siguiente es bajar hasta la playa. El descenso final es un conjunto de escaleras de madera. Cuanto más lejos estés de las escaleras, más probable es que tengas el área para ti solo.

La playa es una combinación de grava y arena con una ligera pendiente. Toma en cuenta que la parte superior entre la base del acantilado y la línea de marea es bastante estrecha. Aunque ciertamente la playa es rocosa, te asombrará la paz que se respira en el lugar y si te quedas un buen rato, podrás ser testigo de una de las mejores puestas de sol en el noroeste del Pacífico.

El sendero se puede visitar durante cualquier época del año. Los perros son bienvenidos e incluso pueden estar sin correa en algunas áreas.