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Joe Biden se convirtió oficialmente en el presidente electo de Estados Unidos, y será juramentado el próximo 20 de enero como el 46º presidente en la historia del país. Los miembros del Colegio Electoral de cada estado se reunieron este lunes para emitir sus votos, de acuerdo con los resultados de las elecciones del pasado 3 de noviembre.
A la fecha, mucha gente creía que la votación ya se había realizado, pero el sistema electoral de Estados Unidos es uno de los más complejos y confusos en el mundo. Ciertamente la votación se llevó a cabo el 3 de noviembre, pero esos votos no deciden directamente al presidente.
Lo que la elección decide es si cada estado mandará a un grupo de electores demócratas o republicanos a la votación definitiva del Colegio Electoral, y este lunes esos electores emitieron sus votos, que son los que confirmaron a Joe Biden como ganador de la contienda, con 306 votos electorales; el todavía presidente Donald Trump recibió 232.
Los siete representantes de Oregon emitieron su voto en favor de Joe Biden, lo mismo que hicieron los 12 votantes del estado Washington.
Esta votación sucede cada cuatro años, pero pocas veces se le pone atención ya que normalmente la gente asume que el ganador es el que recibe más votos, según las proyecciones de la prensa asociada, las cuales se basan en el número estimado de votos y casi siempre sucede el mismo día de la elección.
Sin embargo, la votación del 2020 es tal vez la más polémica en la historia moderna de Estados Unidos, incluso por encima de la elección de George W. Bush, quien perdió el voto popular ante Al Gore por más de medio millón de sufragios, pero en el colegio electoral obtuvo 271 votos, uno más del mínimo necesario para llevarse la contienda
En aquella ocasión, la votación se decidió tras varios litigios acerca del estado de Florida, el cual Bush terminó ganando por un margen de apenas 537 votos, llevándose los 25 votos electorales de ese estado, los cuales fueron definitivos para ganar los comicios presidenciales del año 2000.
Sin embargo, en esta ocasión la polémica fue mayor, no por el estrecho margen en la votación, sino por todos los intentos que ha hecho el presidente Trump y su equipo legal para anular los votos en favor de Biden en cuatro estados clave: Wisconsin, Pennsylvania, Michigan y Georgia.
Trump ha acusado repetidamente un fraude electoral –sin evidencia alguna–, lo que ha puesto en tela de juicio el resultado de la elección, sobre todo entre los simpatizantes del presidente. Sin embargo, pese a múltiples demandas judiciales que no fructificaron, Biden y la vicepresidenta electa Kamala Harris serán juramentados frente al edificio del Capitolio de Estados Unidos el 20 de enero del 2021.
Dicha ceremonia será extremadamente limitada, y el desfile que le sigue será igualmente pequeño, siguiendo los protocolos de distanciamiento social debido al coronavirus. Después de la ceremonia de juramento, Biden pronunciará un discurso que expondrá su visión para vencer el virus, reconstruir y unificar al país, de acuerdo con el comité inaugural.
“Nuestro objetivo es crear una toma de posesión que mantenga a las personas seguras, honre las grandes tradiciones de la Presidencia y muestre la visión estadounidense renovada de la Administración Biden-Harris para una ciudadanía unificada, inclusiva y equitativa”, explicó en un comunicado Tony Allen, director ejecutivo del comité de inauguración de Biden.
Trump y Biden aún no se han reunido después de las elecciones y no es probable que esto suceda antes del cambio de administración, ya que el presidente saliente todavía no ha concedido el triunfo.
De hecho, Trump no ha dicho si estará presente en la toma de protesta de Biden. Más bien, fuentes cercanas han revelado que Trump podría anunciar el lanzamiento de su campaña presidencial para el 2024 justo antes de dicha ceremonia.
El viernes pasado, la Suprema Corte rechazó una petición del fiscal general de Texas para bloquear las boletas de millones de votantes en los estados clave que favorecieron a Biden. La orden de la corte ha sido la señal más clara de que Trump no tiene posibilidades de anular los resultados electorales en la corte, y que incluso los jueces a quienes colocó allí no permitirán que sus recursos legales prosigan.
Alejandro Cortés