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Cuando el coronavirus comenzó a esparcirse alrededor del mundo en los primeros meses del 2020, tanto los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés), como la Organización Mundial de la Salud (OMS), no sugerían el uso de cubrebocas para prevenir la propagación del virus.
A poco más de seis meses de que el COVID-19 brotó en China, ahora ambas organizaciones recomiendan los cubrebocas para el público en general. Estas pautas cambiantes han sembrado confusión entre mucha gente, tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo.
Pero entre más información se recopila con los múltiples estudios que se han realizado alrededor del mundo, mayor es el número de expertos en salud que dicen que hay una clara evidencia de que las máscaras faciales pueden ayudar a prevenir la propagación del COVID-19, y que cuantas más personas las usen, es más probable que la propagación del virus se desacelere significativamente.
Lo que finalmente pudo haber convencido a los CDC y la OMS de cambiar su recomendación en favor de los cubrebocas fue una idea más clara de que la transmisión presintomática y asintomática es posible, y hasta común. Los estudios han encontrado que la carga viral alcanza su punto máximo en los días previos a que comiencen los síntomas y que hablar es suficiente para expulsar las gotas portadoras de virus.
Al respecto, ya hay evidencia que respalda la eficacia de los cubrebocas.
Por ejemplo, hay un estudio de laboratorio acerca de gotas de saliva respiratorias y la capacidad de los cubrebocas para bloquearlas. Un experimento con video de alta velocidad descubrió que se generaban cientos de gotas que oscilaban entre 20 y 500 micrómetros cuando alguien dice cualquier frase simple, pero casi todas esas gotas se bloqueaban cuando la boca estaba cubierta.
Otro estudio de personas que tenían influenza o resfriado común encontró que el uso de una máscara quirúrgica redujo significativamente la cantidad de estos virus respiratorios emitidos en gotitas y aerosoles.
Así mismo, profesores de la Universidad de Oxford están pidiendo la adopción inmediata de cubrebocas en el Reino Unido, luego de un gran estudio acerca del uso de cubrebocas durante la pandemia.
Pocos días después de que la OMS categorizara al coronavirus como pandemia en marzo, al menos 70 países recomendaron de inmediato el uso de cubrebocas, y ese número creció pronto a más de 120 países, los cuales exhortaron a las personas a usar cubrebocas en lugares públicos.
Y otro estudio reciente en el Reino Unido mostró que exigir que las personas usen cubrebocas todo el tiempo podría ser suficiente para contener un brote, sin necesidad de cerrar por completo la actividad económica. Los investigadores descubrieron que mientras más personas usen máscaras, más cerca podría estar una comunidad de contener un brote.
Sin embargo, las últimas semanas mucha gente en contra de utilizar cubrebocas ha protestado contra las políticas que requieren cubrirse la cara. Algunos dicen que afecta su libertad, mientras otros cuestionan la ciencia detrás de la medida.
Pero conforme el número de casos de coronavirus sigue aumentando, así como los datos que respaldan el uso de cubrebocas, cada vez hay menos espacio para este debate. Los estadounidenses en todo el país deben utilizar las máscaras faciales cuando están a menos de seis pies de distancia de otras personas, o arriesgarse a poner en peligro más vidas.
Hasta el martes 7 de julio, tres millones 150 mil personas habían contraído el virus en Estados Unidos, y de ellas 134 mil 757 han fallecido.
Alejandro Cortés
