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Padres, maestros y estudiantes en todo el país se están preparando para el nuevo año escolar. Pero cómo se verán las escuelas, dependiendo de cada estado, todavía es incierto.
Los intentos del presidente Donald Trump de forzar a las escuelas a reabrir, han convertido en otro debate lo que realmente es un desafío a nivel nacional. A medida que el número de casos de COVID-19 aumenta rápidamente en todo el país, funcionarios estatales y locales consideran volver a imponer restricciones de seguridad pública.
La idea de que las escuelas podrían abrir de manera segura ha sido catalogada como una fantasía por los principales sindicatos de docentes y organizaciones médicas. Muchos de esos grupos han pedido un plan de reapertura comprensivo, y los fondos para que las escuelas adapten un nuevo plan de estudios.
Según una encuesta de POLITICO / Morning Consult, la mayoría de los votantes se oponen a la demanda de la administración de Trump de que las escuelas públicas y guarderías estén completamente abiertas para clases presenciales durante el próximo año académico.
Además, un 65 por ciento de esos encuestados rechazaron la amenaza del presidente Trump de recortar los fondos federales para las escuelas que no abran de forma totalmente presencial, sino que dijeron que las escuelas necesitan recursos para el aprendizaje virtual continuo u otros tipos de instrucción.
Trump y la secretaria de Educación, Betsy DeVos, están en una campaña que busca forzar a las escuelas a regresar con clases presenciales, en un intento por revivir la economía, a pesar de que los casos de coronavirus se han disparado en el último mes.
En ese sentido, el Departamento de Educación de Oregon publicó el miércoles 15 de julio un proyecto sobre cómo deberían funcionar las escuelas durante la pandemia. Dependerá de cada escuela determinar si la enseñanza se llevará a cabo de forma presencial, por medio de aprendizaje a distancia o un híbrido de los dos.
“Este modelo, desarrollado bajo el liderazgo de la gobernadora Brown, proporciona orientación a nivel estatal que cada distrito escolar utilizará de forma independiente para planificar la educación y la seguridad de los estudiantes durante el año escolar 2020-21”, dijo en un comunicado el director del Departamento de Educación de Oregon, Colt Gill. “Entendemos y honramos la importancia de la voz local, el liderazgo y el control. Estos planes individuales reflejarán las fortalezas y distintas necesidades de cada distrito y comunidad”.
Por ejemplo, los funcionarios del Distrito Escolar de Hillsboro, en el condado de Washington, enviaron esta semana a las familias un borrador del plan de cómo sería la escuela en el semestre de otoño. Dicho plan se basa en los lineamientos de los funcionarios estatales de educación y salud sobre cómo limitar el riesgo de brotes de COVID-19, y al mismo tiempo instruir a los estudiantes.
Una opción es un modelo híbrido de aprendizaje en persona y remoto, en el que la mayoría de los estudiantes van a la escuela dos días a la semana y aprenden de forma remota los otros tres días.
Otra opción, llamada ‘Educación integral a distancia’, permite que los estudiantes se matriculen en la escuela de su vecindario, pero que hagan todo el trabajo de sus clases de forma remota.
La tercera opción permite a las familias inscribir a sus estudiantes en la Academia en línea de Hillsboro y usar el plan de estudios establecido de proveedores externos.
Las escuelas que busquen tener clases presenciales deben elaborar planes para protocolos de salud, operaciones escolares y una respuesta a un posible brote de coronavirus.
Cualquier plan de enseñanza presencial conllevará ciertos requisitos. Estudiantes y personal escolar deben ser examinados para detectar síntomas cuando suban al autobús o entren en edificios escolares. Las escuelas deben establecer un mínimo de 35 pies cuadrados por persona para la capacidad del aula, y el personal que interactúa regularmente a menos de 6 pies de los estudiantes o el personal deberá usar cubiertas faciales.
Alejandro Cortés