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Déjate encantar por la fauna y riqueza histórica del Refugio Nacional de Vida Silvestre de Ridgefield

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Vive NW

Explorar la naturaleza es mucho más que solo salir a caminar y admirar bellos paisajes. Una de las mejores cosas de las que podemos disfrutar cuando salimos al aire libre –y todavía más los niños– es observar la fauna.

El pequeño inconveniente es que ésta no es fácil de encontrar, excepto que vayamos a algún refugio de vida silvestre.

El Refugio Nacional de Vida Silvestre de Ridgefield, ubicado a menos de 20 millas al norte de Vancouver, en el estado de Washington, es el lugar perfecto para esto. Ya sea que te guste observar aves, tengas fascinación por la historia de los nativos americanos o simplemente quieras disfrutar estar al aire libre, los más de 5 mil 200 acres de pantanos, lagos y praderas de este lugar te ofrecen una gran variedad de actividades.

Todo eso es el hogar de más de cien especies de aves, aves acuáticas y peces. Dos senderos y una carretera de circuito brindan acceso público a esta tranquila área, apenas unas millas al oeste de la carretera I-5. No dejes de manejar por la ruta escénica en el River ‘S’ Unit Auto Tour, un circuito de 4.2 millas de un solo sentido en un camino de grava que está abierto todos los días.

Los excursionistas pueden deambular por el Kiwa Seasonal Trail, o dirigirse al otro lado de la ciudad hasta Carty Unit, donde se puede caminar por el Oaks to Wetlands Trail (dos millas), abierto todo el año. Una vez allí, también puedes visitar el Cathlapotle Plankhouse y caminar por el nuevo Carty Lake Trail. 

En la Cathlapotle Plankhouse (una antigua casa de troncos de madera) puedes encontrar vínculos históricos con los pobladores originales del área: los Pueblos Chinookan del Bajo Río Columbia.

Otros eventos en el refugio incluyen el Birdfest & Bluegrass anual a principios de octubre y caminatas de observación de aves dirigidas por naturalistas. 

Ciento ochenta especies de aves, que incluyen gansos canadienses, grullas canadienses, garzas reales, cisnes, buitres pavos, pájaros costeros y cantores, y una variedad de aves acuáticas, migran a través de los humedales y se detienen para descansar y alimentarse. A lo largo del año, puedes tener suerte y encontrarte con coyotes, águilas calvas, venados de cola blanca, comadrejas, tortugas y más.

La casa de tablones se encuentra al comienzo de este sendero Oaks to Wetlands. Desde ahí, un sendero serpentea a lo largo del borde este del estuario. Dependiendo de la temporada, puedes ver grullas canadienses, pájaros cantores, gansos canadienses migratorios, cisnes, halcones y más. 

Un mirador al final del sendero ofrece una hermosa vista del refugio, ubicado bajo la sombra de un viejo roble gigante. A partir de ahí, el sendero se adentra en la vegetación, con una serie de senderos alternos que te regresan al camino principal, brindándote muchas oportunidades para pasear a través de una exuberante vegetación y el canto de los pájaros.

La primavera y el otoño son las mejores estaciones para ver pájaros cantores y playeros migratorios; sin embargo, aunque es invierno, hay muchas aves para ver.

Alejandro Cortés