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El exvicepresidente y candidato demócrata, Joe Biden, anunció este martes que la senadora Kamala Harris será su compañera de fórmula para las elecciones presidenciales del próximo 3 de noviembre.
Harris es la primera mujer asiático-estadounidense y la primera mujer de raza negra en la historia de Estados Unidos en ser candidata a presidente o vicepresidente en las elecciones generales de cualquiera de los dos partidos políticos principales.
La senadora por el estado de California es apenas la segunda persona negra (después de Barack Obama) y la cuarta mujer _ después de los demócratas Geraldine Ferraro en 1984 y Hillary Clinton en 2016, y la republicana Sarah Palin en 2008 _ en ser parte de una candidatura presidencial para alguno de los dos partidos principales.
Si ella y Biden ganan las elecciones de noviembre, Harris se convertiría en la primera estadounidense de origen asiático, la primera mujer de cualquier raza u origen étnico, y la segunda persona negra en la historia de Estados Unidos en ser vicepresidenta o presidenta.
La demócrata de Oakland, California, que también fue candidata a la nominación presidencial, estaba entre las favoritas para ser seleccionada como compañera de fórmula de Biden para vicepresidente. Al anunciar la noticia, el equipo de campaña de Biden se refirió a Harris como “una luchadora incansable por los desprotegidos, y una de las mejores servidoras públicas del país”.
Hija de inmigrantes (su madre nació en India y su padre en Jamaica), Harris fue rival de Biden en las primarias demócratas, y está familiarizada con el singular rigor de una campaña nacional. También es una de las figuras más prominentes del partido y se convirtió en una de las principales contendientes a la vicepresidencia después de que concluyera su propia campaña por la nominación presidencial.
Harris, de 55 años, se une a Biden en un momento de crisis nacional sin precedentes. La pandemia del COVID-19 ha cobrado la vida de más de 160 mil personas en Estados Unidos, y los cierres de empresas y otros trastornos derivados de la pandemia han provocado un colapso económico no visto desde la Gran Depresión de la década de 1930.
El puesto para la vicepresidencia de estas elecciones podría ser el de mayor importancia en la historia del país. Si ganara la presidencia, Biden tendría 78 años cuando asuma el cargo en enero, siendo con ello el hombre más viejo en hacerlo.
De hecho, el exvicepresidente de Barack Obama ha hablado de sí mismo como una figura de transición y no se ha comprometido a buscar un segundo término en 2024. Si optara por no hacerlo, Harris se convertiría en la favorita para la nominación ese año.
Lo que implica la nominación de Kamala Harris para la comunidad hispana
Al ser senadora del estado más poblado del país y con una gran comunidad hispana, Harris ha sido aliada de los latinos por largo tiempo.
En materia migratoria, la exfiscal general de California y exfiscal de distrito en San Francisco lanzó un plan en junio del año pasado que usaría la autoridad ejecutiva para ofrecer alivio de deportación a aproximadamente 6 millones de inmigrantes indocumentados y un camino hacia la ciudadanía para los ‘Dreamers’ (jóvenes traídos a Estados Unidos cuando eran niños).
La propuesta de Harris reinstalaría y expandiría el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) de la era de Obama, que otorga alivio de deportación y permisos de trabajo a los ‘Dreamers’. El presidente Donald Trump intentó terminar el programa en 2017, pero los tribunales federales han bloqueado su eliminación.
Harris buscaría usar una autoridad de tipo ‘libertad condicional’ para permitir que los ‘Dreamers’ con cónyuges ciudadanos estadounidenses soliciten la residencia permanente y una eventual ciudadanía. También emitiría un reglamento que aclara que los ‘Dreamers’ no tienen la culpa de su falta de estatus legal, lo que puede ser un obstáculo para la residencia permanente.
La propuesta de Harris también ofrecería ayuda para prevenir la deportación de inmigrantes indocumentados padres de ciudadanos estadounidenses y residentes permanentes, así como a otros “inmigrantes respetuosos de la ley con vínculos con sus comunidades”.
No obstante, el problema con la propuesta de Harris es que dependería de los poderes ejecutivos para implementar el plan, lo que podría hacerlo vulnerable a desafíos legales, como ya sucedió antes con una propuesta similar de Obama. Hasta ahora, los jueces federales han preservado el programa DACA, pero el litigio en curso pronto podría llegar a la Corte Suprema, que tiene una mayoría de 5-4 de jueces conservadores.
Harris votó a favor de procesar a Trump en su juicio en el Senado, y para derrotarlo en las próximas elecciones ha invocado a reconstruir la “coalición de Obama”, es decir los hispanos, afroamericanos, mujeres, independientes y ‘millennials’.
Alejandro Cortés