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Los demócratas presentaron este jueves un amplio proyecto de ley de inmigración respaldado por el presidente Joe Biden, pero la legislación enfrenta una batalla cuesta arriba en el Congreso –el cual está estrechamente dividido–, por lo que algunos legisladores han sugerido que podrían darle un enfoque fragmentado a la iniciativa para ganar más apoyo bipartidista.
La pieza central de la propuesta es un camino de ocho años hacia la ciudadanía para aproximadamente 11 millones de inmigrantes indocumentados, con un camino más rápido para los trabajadores agrícolas, los ‘Soñadores’ –jóvenes que vinieron a Estados Unidos cuando eran niños y están protegidos bajo el programa de Acción Diferida (DACA)–, así como aquellas personas cuyos países se consideran inseguros.
La reforma migratoria fue una de las principales promesas de campaña del presidente Biden. Desde su primer día en el cargo dio una idea general de sus planes en ese rubro y desde entonces ha tomado varias acciones ejecutivas, incluido el inicio de un grupo de trabajo para reunir a las familias separadas bajo la administración Trump.
La Ley de Ciudadanía de EE.UU. 2021 refleja las prioridades descritas por el presidente en su orden ejecutiva. Los patrocinadores del proyecto son el senador Bob Menéndez, demócrata por Nueva Jersey, y la representante Linda Sánchez, demócrata por California.
Además del camino hacia la ciudadanía para unos 11 millones de indocumentados, también se pretende eliminar la cuota por país de las tarjetas verdes (Green Card) basadas en el empleo, así como permisos de trabajo para los dependientes de los trabajadores extranjeros que vienen al país con visas tipo H-1B.
Entre algunas de las disposiciones de la propuesta de ley están:
- Establecer un camino de 8 años hacia la ciudadanía para inmigrantes indocumentados que llegaron a EE.UU. antes del 1 de enero de 2021.
- Un camino acelerado hacia la ciudadanía para los trabajadores agrícolas y los jóvenes indocumentados que llegaron a EE.UU. cuando eran niños con estatus de protección temporal DACA.
- Reemplazar la palabra “extranjero ilegal” por “no ciudadano”.
- Aumentar los límites por país en las cifras de inmigración legal basada en la familia y el empleo
- Eliminar la sanción que prohíbe a los inmigrantes indocumentados que abandonan el país regresar a Estados Unidos entre tres y 10 años.
- Ampliar los grupos de trabajo antidrogas en Centroamérica.
- Aumentar los fondos para tecnología en la frontera sur.
El camino hacia la ciudadanía les daría a los inmigrantes indocumentados cinco años de estatus provisional, después de los cuales podrían solicitar una tarjeta verde. Tres años después, podrían solicitar la ciudadanía.
Los trabajadores agrícolas y los protegidos por DACA que pudieran proporcionar un historial laboral, omitirían los cinco años de estado provisional y serían elegibles de inmediato para la Green Card.
La mayoría de los 11 millones de indocumentados –originarios principalmente de México y Centroamérica– están en el país desde hace varios años, muchos de ellos con hijos y nietos nacidos en Estados Unidos, y la gran mayoría aportando a la economía estadounidense, ya sea trabajando en industrias de primera línea o emprendiendo negocios.
“La inmigración es una fuente irrefutable de nuestra fuerza y es esencial para quienes somos como nación”, dijo Biden en un comunicado. “Este es un primer paso en la aplicación de políticas migratorias que unan a las familias, hagan crecer y mejoran nuestra economía, y salvaguarden nuestra seguridad”.
Los demócratas tienen mayoría tanto en la Cámara como en el Senado. Sin embargo, en la Cámara Alta necesitan el apoyo de 10 republicanos para que el Congreso apruebe la legislación antes de que pueda convertirse en ley, ya que se requieren 60 de 100 votos posibles.
“Sé que muchos están pensando, ‘¿el proyecto de ley tiene alguna posibilidad de aprobarse con 60 votos?’ Y la respuesta es que no lo sabremos hasta que lo intentemos”, dijo Menéndez. “Sabemos que el camino a seguir exigirá negociaciones con otros. Pero no vamos a hacer concesiones desde el principio”.
Por ello, hay quienes proponen fragmentar la iniciativa, beneficiando primero a los trabajadores del campo y ‘Soñadores’, y al resto de la población no ciudadana en una siguiente etapa.
El Congreso no ha aprobado una reforma migratoria integral en décadas. En 2013, un proyecto de ley bipartidista fue aprobado en el Senado liderado por los demócratas, pero nunca fue considerado en la Cámara Baja, controlada por los republicanos.
Alejandro Cortés