Vive NW
Ahora que las cosas comienzan a volver a la normalidad en Oregon luego de los devastadores incendios que afectaron la zona occidental del estado, mucha gente quiere salir a disfrutar de la naturaleza que nos brinda el noroeste del Pacífico.
Una buena forma de volver al camino es aventurarnos por la zona central de Oregon, específicamente en la región desértica del estado, donde podemos encontrar un paisaje inusual, al que los historiadores consideran un paraíso geológico.
La atracción principal de esta maravilla de Oregon son las Painted Hills (colinas pintadas), una región de viejas y coloridas colinas, las cuales se encuentran dentro de los límites del Monumento Nacional John Day Fossil Beds.
Las colinas pintadas de Oregon parecen como de otro planeta. El extenso paisaje es una mezcla de colores, lleno de varios tonos de amarillo, dorado y rojo, de esos que uno cree que sólo podrían verse en Saturno.
Pero no es necesario ir a otro planeta para disfrutar de este increíble lugar. Las Painted Hills son otra de las Siete Maravillas naturales de Oregon.
Las colinas están hechas de una arcilla cuyo color es el resultado de millones de años de erosión. Cada capa del suelo ha estado sujeta a diferentes climas, por lo que cada una es de un color diferente en función de su era geológica.
Una de las principales ventajas de este sitio es que es muy sencillo de recorrer, apto para personas de cualquier edad y condición física. El lugar tiene cinco senderos para caminar, la mayoría de ellos circuitos planos de un cuarto de milla: Carroll Rim Trail (1.6 millas), Painted Hills Overlook Trail (media milla), Painted Cove Trail (un cuarto de milla) Leaf Hill Trail (un cuarto de milla) y Red Scar Knoll Trail (un cuarto de milla).
Cuando hablamos de que este lugar pareciera de otro planeta, hay un punto en particular que luce así: el sendero Painted Cove, una asombrosa paleta de colores de rocas vibrantes. Parte de este sendero cuenta con un malecón de madera nivelado para poder admirar de cerca las rocas, pero sin lastimar el sensible suelo. Debido a ello, está prohibido que la gente camine por esa área fuera del sendero de madera.
Otro de los senderos, el Leaf Hill, es rico en fósiles. Este tramo ha sido extensamente excavado y estudiado por paleontólogos. A lo largo del camino hay láminas que explican a detalle su historia.
Pero el monumento John Day es mucho más que solo las Painted Hills. Las otras dos zonas que conforman el inmenso parque son la Unidad Clarno y la Unidad Sheep Rock. Toda esta área es el resultado de 55 millones de años de evolución vegetal y animal.
La Unidad Clarno está ubicada 18 millas al oeste de la ciudad de Fossil. Las Palisades son el punto de atracción de este lugar: se trata de corrientes de lodo volcánico que se formaron hace más de 50 millones de años en un entorno de selva semitropical.
En las rocas de la Unidad Clarno se pueden encontrar enormes brontotéridos parecidos a rinocerontes, así como cocodrilos y creodontes que alguna vez vagaron por las antiguas selvas, así como una increíblemente diversa variedad de vida vegetal.
En la Unidad Sheep Rock se encuentra el Centro de Paleontología Thomas Condon, donde se exhiben fósiles de plantas y los ancestros de animales como gatos dientes de sable, elefantes, camellos y rinocerontes. Este lugar cuenta con una colección de más de 40 mil fósiles, la cual representa uno de los dos registros fósiles más completos del mundo.
El otoño probablemente es la mejor temporada para visitar las Painted Hills –a las afueras de la pequeña ciudad de Mitchell– ya que los días todavía están soleados, pero ya no está tan caliente como durante el verano.
Debido a la pandemia del COVID-19, cada unidad del del Monumento Nacional John Day Fossil Beds tiene distintas horas y días de operación, por lo que le sugerimos revisar el sitio web de cada lugar que decida visitar.
Alejandro Cortés