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La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) autorizó este viernes la primera vacuna contra el COVID-19 para uso de emergencia en el país, lo que significa que en pocos días se enviarán a toda la nación millones de dosis de la vacuna patentada por los gigantes farmacéuticos Pfizer y BioNTech.
La autorización de uso de emergencia significa que esta vacuna obtuvo un permiso especial de la FDA para ser utilizada durante la actual crisis sanitaria, pero no tiene una aprobación completa. Pfizer tendría que presentar una solicitud por separado para que su vacuna tenga la licencia completa de la FDA. Las pruebas realizadas a miles de personas arrojaron que la vacuna tiene una eficacia del 95 por ciento.
Sin embargo, antes de que puedan comenzar a suministrarse las vacunas, el Comité Asesor de Inmunización (ACIP) de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC) votaría este sábado para recomendar la vacuna, y los CDC deben aceptar dicha recomendación.
De ser aprobada, la vacuna podría comenzar a suministrarse en las próximas semanas a un aproximado de 20 millones de personas, lo que significaría el paso más importante hasta ahora para poner fin a la pandemia que ha causado la muerte de casi 300 mil personas en Estados Unidos.
No obstante, al estar en una etapa temprana y siendo que fue desarrollada a una velocidad sin precedentes en la historia moderna de la medicina, hay algunos expertos que cuestionan los posibles efectos secundarios que pudiera traer.
La etapa inicial de investigación de la vacuna marginó casi por completo a dos grupos cruciales que deben ser vacunados para frenar la propagación del coronavirus: las mujeres embarazadas y los niños.
Pfizer solo incluyó a niños mayores de 12 años en sus ensayos clínicos, y el ACIP reconoció que esperaba tener “datos limitados” sobre los efectos de la vacuna en mujeres embarazadas. Esto es particularmente preocupante debido a que las mujeres embarazadas parecen ser más propensas a enfermarse gravemente por COVID-19 que las mujeres no embarazadas.
Entre aquellas personas en primera fila para recibir la vacuna, este grupo es una exclusión significativa, ya que tres cuartas partes de los trabajadores de salud son mujeres, incluido más del 85 por ciento de enfermeras. Los CDC calculan que 330 mil mujeres que trabajan en el sector salud podrían estar embarazadas o en etapa de posparto cuando se comience a distribuir la vacuna.
Los investigadores no esperan que las vacunas pongan en riesgo a las madres o los recién nacidos; sin embargo, todavía no hay datos específicos sobre los efectos en el embarazo y no se esperaba que los estudios involucraran a mujeres embarazadas sino hasta el primer trimestre de 2021.
El primer paso para saber si la vacuna es segura para las mujeres embarazadas es ver cómo responden las personas a las vacunas que se están probando actualmente, con un enfoque particular en las mujeres sanas que están en edad fértil, pero que no están embarazadas.
Lo que se aprenda sobre la seguridad y los efectos secundarios de estas vacunas, ayudará a los expertos en medicina materno-fetal a determinar qué vacuna es apropiada para mujeres en etapa de gestación.
A la fecha, la información disponible sobre la vacuna proviene de un ensayo entre más de 43 mil participantes. Los resultados de dicha prueba arrojaron que dos dosis de la vacuna tienen una eficacia del 95% en personas de 16 años o más.
Las reacciones adversas más comunes a la vacuna entre el grupo estudiado fueron ligero dolor en el lugar de inyección, fatiga, dolor de cabeza, dolor muscular, escalofríos, dolor articular y fiebre. Reacciones adversas graves ocurrieron en menos del 4.6 por ciento de los participantes, y fueron más frecuentes después de la segunda dosis; en general, fueron menos frecuentes entre adultos mayores que entre los participantes más jóvenes, según el estudio.
La Autoridad de Salud de Oregon (OHA) reportó mil 611 nuevos casos de COVID-19 el viernes, lo que elevó el total en el estado a más de 91 mil, y el total de personas fallecidas es de mil 147.
El el estado ahora está centrando su atención en un nuevo esfuerzo al que la gobernadora Kate Brown llamó “la campaña de vacunación de nuestras vidas”. No obstante, la mandataria dijo que es posible que la mayoría de los habitantes de Oregon recibirán la vacuna hasta la segunda mitad del 2021.
Alejandro Cortés