Vive NW
No muy lejos de Mount St. Helens, en la zona occidental del estado de Washington, existe un tranquilo sendero con impresionantes vistas a las montañas, lagos, flores silvestres y valles, con la ventaja de no ser tan transitado en comparación con otros populares senderos del noroeste.
Hablamos de Harry’s Ridge, un sendero que comienza en el Observatorio Johnston Ridge, donde serás recibido por el increíble paisaje del Mount St. Helens. El principal atractivo del observatorio es el mirador, desde donde los visitantes pueden tomar algunas de las mejores fotos que nos ofrece el noroeste del Pacífico.
Desde ese punto puedes tomar el Boundary Trail, que es donde puedes disfrutar de menos tránsito de gente una vez que comienzas a bajar por el sendero, alejándote del observatorio para dirigirte hacia la ladera.
A lo largo del sendero puedes notar los vestigios de la devastación provocada por la erupción del St. Helens en 1980. El accidentado terreno, aunque frágil, tiene un bello atractivo. Las flores silvestres y la vegetación se van volviendo más abundantes conforme avanzas, y con el complemento de las vistas de las montañas, no es erróneo decir que tu caminata será todavía mejor.
Johnston Ridge y el valle superior del río Toutle fueron de las zonas más afectadas por la erupción, y es en esa área donde puedes apreciar una parte significativa de los efectos del mayor deslizamiento de tierra registrado en la historia.
Desde el observatorio, el sendero te llevará hasta el lado este de la cresta, donde encontrarás un mirador que te regalará una vista imponente a través de Pumice Plain, para luego encontrarte con Mount Adams hacia el este, y al norte hasta Coldwater Peak, The Dome y Mount Margaret.
Por cierto, en el camino te encontrarás un monumento que recuerda a los que murieron debido a la erupción, así como carteles sobre el cataclismo. Después te desviarás hacia el mirador Devils Elbow y cruzarás el Spillover, que es donde el deslizamiento de tierra fluyó sobre la cresta.
El nombre del sendero (Harry’s Ridge) hace honor a Harry R. Truman, quien era el propietario (con fama de enojón) del Mount St. Helens Lodge, en Spirit Lake, quien se negó a evacuar la zona de la explosión y murió enterrado bajo toneladas de escombros volcánicos junto con sus 16 gatos.
Por cierto, hay una sección del sendero que cuenta con un tipo de puente colgante, lo que significa que este tramo del camino es extremadamente estrecho en ciertos puntos. Lo mejor es esperar al tráfico que viene en sentido contrario una vez que llegues a esta sección.
Si las alturas te dan miedo, tal vez este no sea un punto que te atraiga, pero definitivamente es una de las paradas más interesantes a lo largo del camino. Luego de pasar este tramo encontrarás la recompensa con las vistas del valle del río Toutle y el Spirit Lake.
La caminata ofrece excelentes vistas de la zona de explosión de la erupción del St. Helens y su ardiente pasado. Desde Harry’s Ridge –donde las vistas son increíbles incluso en un día nublado– se puede ver el patrón de explosión de la erupción que llegó cerca de Mount Margret. Y si no has visitado el menospreciado Windy Ridge de St. Helens, esa también es una visita obligada.
Ingresar al parque tiene un costo de $8 por persona (menores de 12 años entran gratis), que se paga dentro del Observatorio Johnston Ridge. Desafortunadamente, no se admiten mascotas.
Harry’s Ridge se localiza en los límites del Monumento Volcánico Nacional Mount St. Helens, unas 100 millas al noreste de Portland y 150 millas al sur de Seattle.
Alejandro Cortés