Vive NW
A partir de este lunes, las empresas de Oregon deberán implementar nuevas reglas temporales destinadas a frenar la propagación de COVID-19.
La Administración de Salud y Seguridad Laboral de Oregon (OSHA) espera que un nuevo conjunto de reglas de emergencia temporales ayude a revertir el reciente aumento de casos de COVID-19 en el estado. Las reglas se basan en las pautas actuales de la Autoridad de Salud de Oregon (OHA).
Las nuevas reglas de OSHA incluyen lo siguiente:
– Los empleadores deben garantizar una distancia de seis pies entre las personas en el lugar de trabajo.
– Los empleadores deben asegurar que todos los empleados y clientes usen una mascarilla, cubierta o protector facial en el lugar de trabajo, y deben proporcionar ese equipo a los empleados, sin cobrarles.
– Durante el transporte relacionado con el trabajo, todas las personas que se encuentran dentro del vehículo deben usar una mascarilla, cubierta o protector facial.
– Los empleadores deben crear un plan de control de infecciones antes del 7 de diciembre, incluso cuando los trabajadores deben usar equipo de protección personal.
– Los empleadores deben brindar capacitación sobre cómo reducir el COVID-19 en el lugar de trabajo a partir del 21 de diciembre.
Estas nuevas medidas son independientes de las anunciadas el viernes pasado por la gobernadora Kate Brown, quien ordenó “congelar” por dos semanas las actividades sociales y mucha de la actividad económica del estado, en la respuesta más agresiva a la última ola de infecciones por coronavirus que batieron récords en todo Estados Unidos.
Según estas nuevas medidas, las cuales entran en vigor el miércoles 18 de noviembre y estarán vigentes en todo el estado al menos hasta el miércoles 2 de diciembre –excepto en el condado Multnomah, donde se extenderán al menos hasta el 16 de diciembre–, todas las empresas deberán cerrar sus oficinas al público y ordenar el trabajo desde casa en la medida de lo posible.
Si bien la mayoría de las tiendas de Oregon permanecerán abiertas, los gimnasios, museos, piscinas, cines y zoológicos se verán obligados a cerrar, y los restaurantes y bares se limitarán a comida para llevar. Las reuniones sociales estarán restringidas a seis personas, y se limitan a personas de no más de dos hogares, incluido el propio.
Sin embargo, a diferencia de las medidas de quedarse en casa implementadas durante la primavera, las cuales eran más bien una sugerencia, esta vez aquellos que violen el «congelamiento» estatal de dos semanas podrían enfrentar una pena de cárcel o una multa considerable.
Las violaciones de la nueva orden serían el equivalente a un delito menor. Quienes que no cumplan con las restricciones podrían ser multados con $1,250 dólares o encarcelados hasta por un mes.
“Durante los últimos ocho meses, he estado pidiendo a los residentes de Oregon que sigan la letra y el espíritu de la ley y no hemos optado por involucrar a las fuerzas del orden. En este momento, lamentablemente, no tenemos otra opción”, dijo la gobernadora.
La Policía de Oregon trabajará con las policías locales para hacer cumplir las órdenes de forma similar a cuando los agentes responden a quejas de fiestas ruidosas, las cuales se traducen en una citación.
Estas medidas se producen debido al drástico aumento en el número de casos de COVID-19 en las últimas semanas. La OHA reportó 781 nuevos casos de COVID-19 el lunes, los cuales elevaron el total del estado a 57 mil 646. Además, se reportó la muerte de cuatro personas más a consecuencia del virus, elevando a 765 el número de fallecidos debido al coronavirus.
La semana pasada hubo varios días con más de mil casos nuevos, incluidos mil 122 el 12 de noviembre, hasta ahora el día con más casos reportados desde que inició la pandemia.
Por su parte, el gobernador de Washington, Jay Inslee, implementará nuevas restricciones en negocios y actividades, luego de que el estado informó más de dos mil casos por día durante el fin de semana y los casos promedio de coronavirus en el estado se han duplicado en las últimas dos semanas.
Según la nueva orden, los bares y restaurantes ya no podrán ofrecer asientos en el interior, aunque se permitirán asientos al aire libre, siempre que se sigan los protocolos de seguridad adecuados, incluidas las mesas limitadas a no más de cinco personas. Los restaurantes aún podrán ofrecer órdenes para llevar y entregas a domicilio.
Todo el comercio minorista, incluidas las tiendas de comestibles, se limitará al 25 por ciento de su capacidad, y queda prohibido permanecer en las áreas para sentarse. Los servicios religiosos también se limitarán a un 25 por ciento de ocupación en interiores o no más de 200 personas, y cubriéndose la cara en todo momento.
Además, todas las reuniones de negocios están prohibidas. Solo se permitirán ciertas reuniones que no se puedan realizar de forma remota y éstas quedan limitadas al 25 por ciento de capacidad o 100 personas, lo que sea menor. Las empresas también deben permitir a los empleados trabajar desde casa cuando sea posible y cerrar las oficinas al público. Si las oficinas deben permanecer abiertas, la ocupación se restringe al 25 por ciento.
Alejandro Cortés