Vive NW
La pandemia de coronavirus y las subsecuentes órdenes de quedarse en casa nos han estresado a todos, independientemente de dónde o con quién vivamos. Aunque hay algunas ventajas de vivir solo durante este tiempo, como no sentir la carga emocional de cuidar niños pequeños o eludir las complejidades interpersonales de compartir habitaciones con otras personas, estar aislado representa un conjunto de desafíos.
Pero las cosas son totalmente distintas si se contagia del COVID-19 y se encuentra solo. Algunas personas que han estado enfermas con el virus mientras vivían solas consideran que su aislamiento natural es algo positivo, pero esto no es siempre el caso.
No todas las personas tienen a alguien que cuide de ellas, y esto es particularmente difícil si uno se contagia y está dentro de un grupo vulnerable, como tener más de 70 años o sufrir de una enfermedad preexistente como diabetes, cáncer o de tipo respiratorio.
El contagiarse de coronavirus sin que haya nadie alrededor para cuidarnos puede ser atemorizante: desde caer tan enfermo que no se pueda ni llamar al 911 para pedir ayuda, hasta algo tan elemental como adquirir alimentos y medicinas.
Si esta es la situación, la persona afectada debe tomar medidas para poder lidiar con la situación por sí misma.
Una de las primeras acciones que se deben tomar si sospechamos que estamos enfermos de COVID-19, es llamar al médico. Suponiendo que los síntomas no sean tan graves como para hospitalizarnos, una consulta médica por teléfono o videollamada puede ser una buena opción.
En caso de requerir ser hospitalizado, es importante ponerse en contacto con el trabajador social de dicho hospital, quien le puede ayudar a trazar un plan de acción posterior a la recuperación, incluso antes de que sea dado de alta, lo que hace mucho más sencilla la transición de volver a casa sin tener las preocupaciones que eso conlleva cuando no se tiene la ayuda de nadie.
Si usted es un adulto mayor, también existen agencias a las que se puede recurrir para recibir ayuda.
Una de ellas es su oficina estatal sobre el envejecimiento. Esta agencia tiene a su disposición el sitio https://www.communityresourcefinder.org/, en el que se encuentran distintos recursos de ayuda para la comunidad, como asistencia para recibir cuidado en el hogar.
También puede contactar a un centro comunitario para adultos mayores, el cual puede apoyarlo enviándole alimentos. Para encontrar su centro local para adultos mayores, visite el sitio www.eldercare.acl.gov, e ingresa su código postal.
Tome en cuenta que estos sitios solo están disponibles en inglés, por lo que si usted solo habla español necesitará la ayuda de un amigo o familiar para acceder a dicha información. Otra opción puede ser que le pida esa ayuda al trabajador social del hospital en el que haya sido internado.
No debemos olvidar que el socializar es una parte esencial de la atención, y para este fin también hay otros recursos a disposición. Si usted es creyente, uno de ellos puede ser la iglesia o templo religioso al que asiste. Muchos tienen voluntarios que llevan comida y visitan a los miembros que están confinados en su hogar debido al COVID-19.
Y siempre es importante considerar a nuestro circulo de amigos. Ellos le pueden ayudar a cocinar, comprar su despensa o medicinas, y hacer algunas tareas del hogar como pagar nuestras cuentas.
Alejandro Cortés
Con información de AARP