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El Congreso de Estados Unidos llegó el domingo en la noche a un acuerdo sobre un paquete de estímulo de 900 mil millones de dólares que enviaría ayuda inmediata a los estadounidenses y las empresas para hacer frente a la devastación económica de la pandemia y financiar la distribución de vacunas.
Los líderes del Congreso anunciaron el acuerdo sobre un proyecto de ley que enviará nueva asistencia federal a hogares, pequeñas empresas y proveedores de atención médica por primera vez en meses, y financiará al gobierno hasta el 30 de septiembre del 2021.
La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y el líder de la minoría del Senado, Chuck Schumer –ambos demócratas– calificaron el plan como un “paquete que entrega fondos que se necesitan con urgencia para salvar las vidas y los medios de subsistencia del pueblo estadounidense a medida que se acelera el virus”.
Aunque ambos calificaron el plan como insuficiente, señalaron que presionarán para que se entregue más ayuda después de que el presidente electo Joe Biden asuma el cargo el 20 de enero.
El acuerdo generaría la primera infusión significativa de dinero en la economía desde abril, tras varios meses de estancamiento partidista que habían echado a perder conversaciones anteriores, dejando a millones de personas y empresas sin ayuda mientras la pandemia se propagaba.
Aunque este plan tiene aproximadamente la mitad de los recursos en comparación con el estímulo de 2.2 billones de dólares repartido en marzo, este es uno de los paquetes de ayuda más grandes de la historia. El acuerdo se concretó después de un fin de semana de frenéticas negociaciones, pocas horas antes de que el gobierno se quedara sin fondos.
Como necesitaban tiempo adicional para concretar el acuerdo, ambas cámaras tuvieron que aprobar un proyecto de gastos provisionales de un día, su tercera extensión temporal de este tipo en los últimos 10 días, para evitar el cierre del gobierno mientras finalizaban el acuerdo.
Ambas cámaras aprobaron la medida el domingo por la noche y el presidente Donald Trump la firmó poco antes de la medianoche. Se esperaba que el lunes se diera la votación final sobre el paquete de gastos, pero todavía no se había programado una sesión para ello.
Muchos creen que esta nueva ronda de ayuda económica llega tarde para millones de personas que han sufrido para pagar alimentos y vivienda durante las continuas restricciones de salud pública. La ayuda que se avecina no revertirá los cierres de pequeñas empresas en todo el país, ni la pobreza y el hambre que se extendieron durante meses mientras el Congreso no actuó.
En lo que respecta a cómo se repartirá el dinero, el paquete incluye una nueva ronda de pagos directos a la gente que califique, con un valor de hasta $600 por adulto, lo mismo que por cada niño; un aumento de las prestaciones semanales por desempleo; y fondos para ayuda a las pequeñas empresas y la distribución de vacunas.
Un grupo bipartidista de legisladores, incluidos los senadores Bernie Sanders y Josh Hawley, presionaron por pagos directos más altos, aunque eso no fructificó. El presidente Trump, que estuvo ausente en gran parte de las negociaciones, también apoyó los pagos directos.
En un comunicado, el presidente electo Joe Biden calificó el acuerdo como “un modelo para el desafiante trabajo que se avecina para nuestra nación”, y prometió que esta medida es “solo el comienzo. Nuestro trabajo está lejos de terminar”.
La medida también proporcionaría más de $284 mil millones para empresas y reactivaría el Programa de Protección de Cheques de Pago, un popular programa de préstamos federales para pequeñas empresas que caducó durante el verano.
También se espera que el acuerdo proporcione miles de millones de dólares para pruebas, rastreo y distribución de vacunas contra el COVID-19, así como $82 mil millones para universidades y escuelas, $13 mil millones en mayor asistencia nutricional, y $25 mil millones en asistencia de alquiler. Se espera que el acuerdo también extienda una moratoria de desalojo que expira a fin de año.
Estos fondos también agregarían un suplemento federal de desempleo de $300 y mantendrían temporalmente los programas de la era de la pandemia que expandieron la elegibilidad para el seguro de desempleo, aunque aún no estaba claro cuánto durarían cada una de esas medidas.
Si la expansión de las prestaciones por desempleo expira el día después de Navidad, 12 millones de personas perderían el seguro de desempleo.
Alejandro Cortés